Simpática escultura que te encuentras a la salida del recorrido por el Castillo Gravensteen, en Gante. En el castillo podemos hacer un recorrido por las distintas formas de torturas que hacían por el año 1150, de ahí la graciosa escultura a la que le faltan la mano derecha y el pié derecho.
Simpática escultura que te encuentras a la salida del recorrido por el Castillo Gravensteen, en Gante. En el castillo podemos hacer un recorrido por las distintas formas de torturas que hacían por el año 1150, de ahí la graciosa escultura a la que le faltan la mano derecha y el pié derecho.
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